miércoles, 9 de noviembre de 2011

Artepolis o la ciudad del arte para todos

Arte Política y Sociedad/Artepolis o la ciudad del arte para todos/Rubén Liggera


Política cultural: marco para una cultura popular

Artepolis o la ciudad del arte para todos

El proceso político inaugurado en el 2003 está dando sus frutos. Argentina se encuentra en un período político cultural novedoso, pocas veces visto en los últimos cincuenta años, a partir de la recuperación económica, la restauración social y el sostén de políticas culturales abarcativas.

Por Rubén A. Liggera*

(para La Tecl@ Eñe)

Ilustración:Rep


Los procesos culturales no se dan de un día para otro, así tan de repente, por el genio de algún dirigente iluminado. Muy por el contrario, suelen ser lentos procesos de formulaciones y búsquedas simultáneas por parte de distintos actores individuales o colectivos que eclosionan en una época propiciatoria.

Esas condiciones podríamos resumirlas en cierta conformidad con el presente en que se vive, bastante optimismo con respecto al futuro, crítica revisión del pasado; reafirmación de la identidad cultural, autoestima en ascenso y dignificación del trabajo de científicos, investigadores, artistas e intelectuales.

El proceso político inaugurado por el Presidente Kirchner en el 2003 y continuado por su esposa Cristina Fernández, está dando sus frutos. Nuestra Argentina se encuentra en un período político cultural novedoso, pocas veces visto en los últimos cincuenta años a partir de la recuperación económica, la restauración social y el sostén de políticas culturales abarcativas.

Una política popular neo desarrollista, inclusiva y con justicia social resulta el marco ideal para un reverdecimiento de la cultura propia. Y cuando hablamos de cultura hablamos de modos de producción y consumo, de la inserción en el mundo, de relaciones sociales respetuosas de la diversidad, cierta “manera de ser”. Una noción mucho más amplia que el concepto burgués renacentista de “alta cultura” o elaborada cultura “superior”, que se circunscribe solamente a las “bellas artes”.

Por eso mismo, se trata de ampliación de ciudadanía. Es decir que además del justo y equitativo reparto de los bienes materiales estamos inmersos en un proceso distributivo de bienes simbólicos y culturales.

Jorge Coscia expresa esta idea con justeza cuando afirma:”No se puede ni se debe embellecer la injusticia”.

Abrazamos esta idea con fervor de militantes desde el campo de la cultura. Artistas e intelectuales, además de creadores, son primordialmente ciudadanos y como tal deberán insertarse en ese amplio movimiento social de recuperación cultural; desde su quehacer cotidiano y más allá de su postura político partidaria, desarrollará sus aptitudes siempre pensando que será reconocido y apreciado por grandes mayorías.

Hace un par de años redacté un manifiesto que titulé “Poesía ciudadana”. (Casi en soledad y lo lamento y me arrepiento por no haberlo trabajado con más fuerza. O tal vez no haya sido el momento oportuno, quién sabe. Lo cierto es que conté con el apoyo de tres o cuatro amigos y ahí quedó) La propuesta era, en ese momento casi como una revelación para mí, harto de ver cómo los poetas escribíamos para otros poetas y el pueblo nos miraba desde afuera, con “la ñata contra el vidrio”. La idea no era para nada novedosa, pero repito, me resultaba entusiasta y reconfortante. Nada complicado y con posibilidades de realización.

Decía:” ¿…la poesía debería ser necesariamente `popular´? ¿Y por qué no? ¿Sería una vana utopía pensarlo así en estos tiempos? Quién sabe. Cuando no hay épica ni mística ni sueños compartidos parecería puro voluntarismo. Pero valdría la pena intentarlo, ¿no les parece? Necesitamos más y mejores lectores. El asunto sería cómo atraerlos. Cuál debería ser el camino. Como apreciarán-lo saben también por experiencia propia-la cosa es nada sencilla. Pero estoy convencido de que mucho depende de nosotros, de nuestro compromiso artístico, estético y ciudadano”. (Rubén Liggera, “Poesía ciudadana”, en www.poucet-miraquienhabla.blogspot.com)

Tal vez y por las dudas, convenga ahora aclarar que “popular” no significa un arte de menor calidad estética. Muy por el contrario, es concebir a lo “popular” como perteneciente o propio del pueblo, lo que exprese su sentir, sus sueños, sus derrotas y utopías. Que en definitiva son las de todos los mortales, de acá o de allá, que por el hecho de ser tales no necesita otro requisito más que estar vivos (¡Ay, don Manrique!)

Lo cierto, por suerte, es que este sentimiento ya no es individual sino que se aprecia como colectivo, como una necesidad comunitaria. Desde distintas vertientes estamos convergiendo en una misma senda.

“Tecnópolis”, la ciudad tecnológica, pone a consideración de la ciudadanía la recuperación de una herramienta fundamental como es la tecnología al servicio del desarrollo económico nacional. El barco insignia que marca el rumbo hacia esa nueva sociedad que todos anhelamos.

Pero, nunca satisfechos, vamos por más. Vamos por la completud de la vida.

Recientemente, Miguel Rep publicó en Página/12 una serie de viñetas tituladas precisamente “Artepolis”. Dice textualmente:”Sra. Presidenta: queremos un ARTEPOLIS”; unas banderitas amplían la idea:”Arte argentino”,”Vida de artistas”, “Expos”, “Artes populares”, “Arte y tecnología”, “Museos permanentes”, “Pinturas”, “Bienal”, “Arte latinoamericano”, “Esculturas”, “Historia del arte”, y finaliza con “Arte para todos”. Firman”Rep y sus amigos artistas”.

Publicada en su blog, tuvo en tres días ¡1240 seguidores!; en el face tiene gran cantidad de adhesiones (ver el despliegue completo de la idea en www.miguelrep.blogspot.com o pispear su muro en Facebook)

Arte y tecnología, aunque no parezca, van de la mano y las paredes de Altamira se multiplican exponencialmente en este nuevo siglo.

Lo cierto es que Miguel Rep, dibujante reconocido y admirado, resultó ser de pronto, con su predicamento y alta exposición, la figura que supo expresar en el justo momento lo que muchos deseábamos: una polis o ciudad capaz en contener en su seno a diversas expresiones artísticas.

La actividad privada será siempre bienvenida, pero en esta etapa de alegría, de grandes expectativas populares, de ebullición cultural, la acción del Estado resultará indelegable. Para promover, fomentar, cobijar, difundir, en fin, mimar, al arte y a la cultura del pueblo argentino. Es una vieja deuda que tenemos que saldar. Manos a la obra. ¡Y que florezcan miles de Artepolis en cada rincón de la patria!

Nuestra ciudad se lo merece.

Nosotros, agradecidos.


viernes, 7 de octubre de 2011

El lánguido otoño de una gestión cultural sin rumbo


Por Rubén Américo Liggera

Cuando afirmamos que la gestión cultural del Gobierno Local es errática e insuficiente no estuvimos muy lejos de la realidad. En el extenso programa de un futuro gobierno –que no viene al caso considerar ahora- el Intendente Meoni le dedica apenas tres escuetos renglones a sus propuestas culturales:“Creación de puntos de cultura en barrios; intervenciones artísticas y esculturas en espacios públicos; Semana de la lectura; circuito inter barrial de literatura; primavera en los barrios: cultura, deporte y salud en plazas barriales; Galería de Arte”

Más de lo mismo. Nada nuevo. Nada que no se haya hecho ya, mal o bien. Generalidades que pueden interpretarse como a uno le apetezca. Si alguien esperaba más precisiones en este rubro ha sido defraudado.

¿Debieron pasar ocho años y sentir temor cierto a dejar de ser gobierno para crear “puntos” de cultura en los barrios; llevar el arte a los espacios públicos, fomentar la lectura o crear una Galerie? Todo pareciera que más que ante una primavera estamos asistiendo a un lánguido otoño.

El folleto de la Secretaría de Cultura de la Nación titulado, precisamente, “Puntos de Cultura”, inspirado en la experiencia brasilera, tiene como objetivo apoyar iniciativas surgidas de la sociedad civil y promover desde el Estado , una red nacional de organizaciones culturales interconectadas. Fundamenta ideológicamente desde el Estado presente qué significa “Incluir desde la cultura”, informa sobre los programas de articulación de una “red federal de organizaciones que desarrollan actividades ligadas al arte y la cultura, con criterio federal” que se propone “fortalecer el trabajo comunitario desde una perspectiva de inclusión y respeto por la diversidad”. Además, las “Líneas de apoyo” suponen la entrega de subsidios para proyectos integrales, específicos y de cultura indígena.

En esta caso, la enunciación de anoche es tan vaga que no alcanzamos a comprender cuáles serían las metas de esta supuesta “nueva política cultural” para Junín.

Podríamos suponer que debía llenarse un casillero y por compromiso le alcanzaron al redactor tres o cuatro ideas, encima mal digeridas. Pero, ¿Qué nos habrán querido decir?

¿Sabrán que hace tiempo que dejamos de ser “puntos”? Ahora pretendemos ser “banca” de la mano de un proyecto Nacional, Popular y Democrático liderado por la Presidente Cristina Fernández y que en Junín encabeza desde hace tiempo y desde abajo, Gustavo Traverso.

Para nuestro pensamiento, la cultura no es la “Cenicienta” de un Gobierno que con cualquier cosa se conforma( total, los artistas son bohemios, hippies, trabajadores desinteresados, etc. )Y al pueblo hay que darle espectáculos y entretenimiento. Brebajes y mejunjes varios cuanto más descafeinados, mejor. Que no son despreciables, pero la cultura, el quehacer profundo de una comunidad, es otra cosa.

Si la gestión municipal de cultura no tiene presupuesto propio, no tiene poder de decisión y por lo tanto, no puede proyectarse en el tiempo. Pero no se trata solamente de dinero, se trata más bien de tener objetivos claros de gobierno en el cual las actividades culturales pasen a ser la argamasa que cohesione el diario vivir de las distintas clases y sectores sociales de Junín y la región. Para todos, sin exclusiones ni prejuicios. Con verdadera y sentida equidad. Tenemos que pensar la cultura como una vasta red que incluya a las barriadas populares, las ciudades vecinas, la provincia de Buenos Aires y la Nación toda.

Si la gestión Municipal no tiene rumbo es porque no tiene anclajes ideológicos y políticos con un proyecto de Nación que dignifique al ciudadano, le devuelva la autoestima, lo incluya en las bondades del desarrollo económico y social y reciba su justa parte en la distribución de bienes culturales y simbólicos.

Parece que en el apuro no se alcanzaron a comprender las palabras de Jorge Coscia, Secretario de Cultura de la Nación, en aquel folleto citado, cuando dice: "La reconstrucción del entramado social puesta en marcha en 2003 ha sido en esencia cultural. No se puede y no se debe embellecer la injusticia. Descartamos de plano esa función inmoral de la cultura. El desafío es darle fundamentos culturales a la justicia, a un proyecto de transformación y de inclusión social. Ahí se ubica el delicado rol de las políticas públicas culturales: ofrecer las condiciones de producción y de reproducción de la monumental variedad de expresiones que habitan nuestra patria"

Este será el fundamento de la batalla cultural que daremos en la ciudad: pluralismo, participación, apertura, inclusión e integración, solidaridad y justicia. Resignificación del pasado, intervención sobre el presente y proyección hacia el futuro. Siempre con la consigna de dignificar el trabajo de artistas y artesanos.

Desarrollaremos un vasto programa cultural en permanente revisión basado en esos principios ideológicos, que son inmodificables. Sabiendo hacia dónde queremos ir, decidir cuál es el mejor camino será la tarea de todos los involucrados.

Según las prioridades que se acuerden desarrollaremos acciones culturales –muchas de ellas sencillas-que movilicen a la comunidad y eleven la autoestima de sectores postergados.

Porque de eso se trata: identidad, integración, pertenencia, orgullo de ser como somos.

La verdadera primavera de los pueblos.

Junín, 6 de Octubre de 2011

lunes, 5 de septiembre de 2011

ARTE Y REVOLUCIÓN


01 septiembre 2011

Libros/Ricardo Carpani: Arte y revolución/Por Rubén Liggera

Ricardo Carpani: Arte y revolución

Por Rubén Liggera*
(para La Tecl@ Eñe)

“Si mi poesía no sirve para cambiar la sociedad, no sirve para nada”
Roberto J. Santoro



Consustanciado con la época, algo semejante a lo expresado por el poeta dirá su contemporáneo, el pintor Ricardo Carpani:”Simplemente declaro mi convicción de que sólo puede ser un arte [el latinoamericano] afirmativo, comunicativo y abierto, exactamente lo opuesto a todo subjetivismo introspectivo, cerrado, ombliguista y enfermizo. Un arte revolucionario en su contenido y en su forma, pero en el único sentido legítimo que tiene esta palabra: su sentido social y humano, y por lo tanto político. Pues solamente el hombre, socialmente considerado, da la dimensión revolucionaria. Nada se revoluciona si simultáneamente no se revoluciona la realidad social íntegra” (Arte y militancia, Bs. As., 2010; pág. 25. N de la R: las itálicas son del autor) Pero, con las disculpas del lector, merece la pena continuar con el pensamiento de Carpani:”Las `revoluciones ´estéticas, formales, parcializadas en el puro lenguaje y/o cerradas en sí mismas y ajenas al entorno social general, son meras ´revoluciones ´de laboratorio aséptico, mero cambio inesencial, experimentación por la experimentación, bloqueada sin salida en la pura abstracción.
“La verdadera revolución es concreta: son los hombres, la sociedad, quienes cambian; y es abierta: abarca la totalidad de la realidad e implica un cambio cualitativo, una superación de ésta.”(Ibíd.)
Luego del vendaval neoliberal la reedición de este ensayo de Carpani, Arte y militancia, editado por primera vez en España en 1975, se da en un contexto favorable para el debate ideológico sobre el arte y la cultura. Sus 87 páginas prologadas por Norberto Galasso despliegan un razonamiento desde lo general a lo particular. Su método de análisis es el pensamiento dialéctico del marxismo pero a partir de las realidades nacionales latinoamericanas. Al igual que el trabajo manual, en el sistema capitalista el trabajo del artista está alienado, por eso, luego de la desaparición del arte burgués- el “arte-mercancía”- desconectado e incomunicado con la sociedad, “…el camino hacia la realización del arte pasa por la recuperación plena de la función social a la que históricamente está destinado y determinó su aparición” (pp.27-28) Este será el tema central de su pensamiento. Luego del triunfo del proletariado”…el arte-lo estético- se irá reabsorbiendo en la realidad, es decir, en la vida concreta de los individuos”(p.31) Este “nuevo arte” fue, es y será el desvelo de numerosos artistas y pensadores del siglo pasado:¿cómo recuperar esa “función social” del arte?¿cómo hacer que los artistas pasen a formar parte indisoluble de sus sociedades, compartiendo destino?¿Cómo convertir a las grandes masas en protagonistas del quehacer artístico?¿Cómo se liberarán el arte y el trabajo?
Pero además de reflexionar sobre el arte y sus destinatarios, Ricardo Carpían lo demostró con su propia trayectoria pictórica.

Luego de recibirse de abogado fue alumno tardío de Petorutti en 1952, fundador del Grupo Espartaco (Carpani, Sánchez, Mollari, Sessano, Butte, Diz y Di Bianco), sus tareas artísticas tuvieron, desde 1961, estrecha vinculación con las luchas obreras. En 1964, funda la revista Programa, con Alberto Belloni y Rubén Bornik. Un año después, ilustró con poderosos dibujos una edición popular del Martín Fierro: "Había que mostrar algo que el sistema ocultó sistemáticamente en la obra de Hernández: el gaucho perseguido por el aparato político."
Entre 1968 y 1972, junto a Rodolfo Walsh y otros intelectuales y militantes sociales, participa de las luchas de la combativa CGT de los Argentinos escindida de la oficial de la calle Azopardo. La lucha contra la dictadura de la Revolución Argentina (Onganía-Levingston-Lanusse) y el anhelado regreso de Perón lo encuentra junto a los trabajadores que protagonizaron el “Cordobazo” y otras rebeliones populares. Como militante político y como artista. En este período Carpani no solamente pintará murales para los sindicatos a cambio de la provisión de los materiales sino que también realizaría afiches políticos con sentido artístico: “Cuando se reestructura la CGT, creo que es en el '63 - con José Alonso como Secretario General, después de la Revolución Libertadora- surge el primer movimiento de protesta. Alonso me manda a llamar y me pide que haga el afiche, y ese primer afiche ´Ya Basta`, tuvo una gran repercusión, era la primera vez que se incorporaba una imagen artística a una causa concreta de lucha para los obreros. En general, los afiches se hacían solamente con texto o eran encargados a agencias de publicidad que les daban un estilo convencional publicitario. Por primera vez se incorporaba una imagen no convencional, y además con un fuerte contenido expresionista, en fin, tuvo una gran repercusión y a raíz de eso hice varios afiches más: el del primer aniversario de la desaparición de Felipe Vallese, otro sobre el segundo aniversario, otro sobre la desocupación, otro con el programa de la CGT de aquella época. Pero ya empezaba en el '64, todo el proceso de burocratización de la CGT histórica, entonces me abro, pero sigo colaborando a nivel de organizaciones obreras de base, con la resistencia peronista, trabajando ideológicamente, escribiendo, militando. Cuando surge la CGT de los Argentinos, creo que es en el '68 en el Congreso de Huerta Grande, con Ongaro, ahí me ligo de nuevo con el movimiento obrero organizado y empieza la etapa más intensa de colaboración, de trabajo gráfico y político, panfletos... en fin, incorporar la imagen artística a las reivindicaciones concretas de los trabajadores” (Fuente: HIJOS Rosario, Revista Pedro Rojas, 1996, en
www.elortiba.org)
El golpe militar del ´76 lo obligó a autoexiliarse en Europa donde se hallaba. Al regresar, la realidad nacional será muy diferente:”De manera que esta realidad no la podes encarar con la misma imaginería, con la misma gráfica de aquella época, (…) El humor, la ironía y el sarcasmo son también armas críticas revolucionarias y hay que tratar de emplearlas, y bueno, en eso estoy. Si ustedes ven mi obra plástica de hoy en día están mezclados esos elementos, no son los obreros protestando y gritando porque ya no existen, en cambio hay un análisis crítico, la incorporación de la jungla como metáfora de la sociedad, en fin, todo un proceso que comenzó en el exilio. Hay una nueva imaginería, lo cual no quiere decir que se anule la anterior, sino más bien que se la complementa y profundiza. El arte auténtico es el que responde necesariamente a la sociedad de la cual surge, y que constituye una respuesta reactante con esa realidad, para mí ese es el único arte que tiene importancia” (Entrevista citada arriba)
Ahora luchará por la recuperación de la memoria histórica y la reivindicación de la democracia”…porque después de todo la democracia burguesa nos permite actuar políticamente”, expresó a H.I.J.O.S, pocos meses antes de su muerte el 9 de septiembre de 1997, a los 67 años. Incluso se atrevió a manifestar la necesidad de revisar el concepto marxista de “lucha de clases”. Es que en los ´90 ya no hay obreros industriales sino exclusión social: “ Este es el desafío que presenta el momento, porque la propia marginalidad tampoco se vislumbra a sí misma como un factor social de cambio, ni mucho menos, al contrario, es un factor ideológicamente hasta reaccionario. La pobreza no crea conciencia, la pobreza crea pobreza ideológica”. (El subrayado es nuestro)
Dejemos esta extensa digresión que nos sirvió para comprender al personaje y su época y volvamos al libro que nos ocupa.
Luego del tratamiento de la alienación y desaparición histórica del arte, decíamos: lo general, pasa a la discusión del arte “europeizante”en América Latina; arte nacional y militancia (“No hay pues modelos formales a copiar, ni estilo alguno a seguir, oficializándolo como arte oficial latinoamericano. El único modelo es la realidad social concreta y viva en su especificidad, a la cual el arte para ser nacional, debe adaptarse, siempre, en función de los criterios de eficacia comunicacional”, tengamos esto en cuenta); finalmente, la propuesta concreta: los talleres de militancia plástica de base. A esto queríamos llegar como lectores. Queríamos saber cómo se cerraba el círculo del pensamiento carpaniano. Arte más inserción en la clase obrera más producción “desde ella y para ella en función de sus necesidades y objetivos políticos liberadores” más “priorización de la eficacia comunicativa social del mensaje artístico” más función social del arte igual a prácticas nuevas (pp.77 y ss.)
¿Acaso un “realismo socialista” latinoamericano? De ninguna manera. En estos talleres populares se desarrollará primero una “tarea estrictamente política”, colectiva, acerca de la hegemonía política, social, cultural y artística de la clase obrera y luego, “desde las bases la incorporación de la imagen plástica a la lucha política revolucionaria”. Los pasos serán los siguientes: 1) cuestionamiento los moldes estéticos vigentes, 2) poner al arte en contacto con la clase obrera y el pueblo, 3)elaboración artística de la conciencia colectiva siendo reconocidas por las masas, 4) profundización de la actividad militante en la realización de un arte nacional simultáneamente con la realización del proyecto nacional y social y 5) como actividad complementaria, ayudar a la objetivación de su propia cultura, “en nuevas imágenes depuradas de todo vestigio elitista, y por tanto, colonizado”(p.81)
No se trata de hacer participar a la gente de los barrios en obras murales sin un objetivo preciso, intrascendente, sino en la “elaboración de imágenes dignas y calificadas, para comenzar posteriormente a desplegar la imaginación y la creatividad populares a partir de una base lo más sólida posible” (pp.83-84)
Es posible entonces recuperar el arte y sus mecanismos para transformarlos en el gran arte, el arte de todos, no como apología de un régimen o de un partido político sino para dotarlo otra vez de su función social desde una visión propia, nacional y popular.
Los mismos miedos, las mismas dudas, la misma alegría, la misma lucha, los mismos sueños, pero ahora, compartidos, fuera del mercadeo de las galerías y de la restricción de los museos.

Al pintor Rubén Pío Soberano, in memoriam.


jueves, 18 de agosto de 2011

EVA PERON EN JUNÍN



Por Rubén A.Liggera

La relación de Evita con Junín ha sido intensa, conflictiva y fugaz. Tanto como su vida breve. ¿Nació en Los Toldos o en Junín? ¿en 1919 o en 1922? ¿Contrajo matrimonio en Junín?¿en qué lugar?¿Creó aquí su identidad definitiva? ¿Dónde estuvo el 17 de Octubre de 1945? Así como su historia, esta nebulosa prehistoria, llena de interrogantes, es borrosa, insegura y contradictoria. Pero lo cierto es que aquí vivió entre los años 1930 y 1935. Luego de triunfar como actriz de radioteatro y cine, de presidir el Sindicato de Actores y de conocer al Cnel. Perón en 1943, su vida cambiará radicalmente. Por amor a su hombre se verá involucrada en los sucesos del´45 y dará comienzo a la leyenda. Si bien estos hechos son por todos conocidos son interpretados de distinta manera por los políticos, los historiadores y el pueblo, según se mire. Amada hasta la idolatría o aborrecida, Evita será sin duda pieza fundamental de un relato de la historia, aquél del ángel protector en una arcadia donde reinaban la justicia, la bonanza y la felicidad del pueblo peronista. Razones no sobran, ciertamente.

Pero en el oscuro escenario del pasado enfocaremos nuestros reflectores sobre este legendario período pueblerino de Eva María Ibarguren(“Cholita”), luego María Eva Duarte, más tarde Eva Perón y finalmente, Evita.

Recordemos: Juan Duarte, afincado en Chivilcoy tenía allí esposa legal y tres hijos, además de una familia paralela en Los Toldos, primero en el campo “La Unión” y luego en el pueblo, con Juana Ibarguren (1894-1971). Al morir éste en 1926, doña Juana deberá afrontar la vida sola, con cinco hijos a cuestas. Y con ellos llega a Junín en busca de un mejor pasar en 1930. Además de dedicarse a la costura, doña Juana administrará una pensión.(Otro hecho aprovechado por las malas lenguas) Vivieron en Roque Vázquez 86; Lavalle al 200, donde funcionaba el comedor, en 1932; se mudan a Winter 90 al año siguiente y finalmente a Arias 171 en 1934.Un verdadero matriarcado integrado por Juana y sus hijos: Blanca (1908-2005), maestra en una escuela religiosa, casada con el Dr. Álvarez Rodríguez; Elisa (1910-1967), empleada en el Correo Argentino, esposa del Mayor Arrieta, Erminda Luján(1916- ¿?)casada con Orlando Bertinoli; Juan Ramón, Juancito, (1914-1953), cadete, y Eva María, quien terminará la educación primaria en la Escuela Nº 1 en 1934. Ya adolescente sentía pasión por la escena y por estos años declamaba poemas por los altoparlantes de la casa Primo Arini (Av.Arias y R.S.Peña) y había participado en una obrita estudiantil en el Colegio Nacional. En la década de los ´30 en una ciudad como Junín, la radio y el cine eran los entretenimientos más populares. La actuación del afamado cantor Agustín Magaldi en Junín en 1935(asegurado en muchas biografías y desmentido por el historiador Roberto Di Marco) será uno de los tantos hechos controvertidos en la vida de Eva María, sobre el cual existen varias y contradictorias versiones (y perversiones), como dijimos, según quien la enuncie: amigo o “contrera”. (Tomás Eloy Martínez narra literariamente este período en Santa Evita, 1996)

Lo cierto es que con o sin consentimiento, con o sin Magaldi, Eva María parte a Buenos Aires, donde ya vivía Juancito afectado al servicio militar. Según le había confesado a Paco Jamandreu, llegó con sus ilusiones, una pollera tableada y una valija de cartón. El cantor le presenta al crítico teatral Augusto Guibourg quien le abre algunas puertas. Obtiene algunos modestos éxitos en radio y es tapa de Sintonía, Damas y Damitas y Cine Argentino en 1939.

Imaginemos a una muchachita sola, desprotegida, sin medios en una ciudad como Buenos Aires hacia 1940. Es verdad que todavía en una sociedad pacata y prejuiciosa como la nuestra los artistas –y especialmente mujeres-no gozaban de consideración social, pero solamente quien desee desprestigiar a alguien podría valerse de estas difíciles circunstancias para sugerir habladurías referidas a la “mala vida” y otras felonías. Puede ser, pudo haber sido, pero nada cambiaría en la evaluación histórica de nuestro personaje. Al contrario, podríamos decir que estas dificultades templaron su espíritu e hicieron de la pequeña Eva María, una mujer con agallas.(Ver Dujovne Ortiz, Eva Perón. La biografía, 1996; Sánchez, Matilde, Evita. Imágenes de una pasión, 1997; VV.AA. Eva duarte de Perón, 2000)

En 1943 adhiere a la revolución nacionalista y conoce al entonces Cnel. Juan Domingo Perón, de quien pronto será su amante y acompañará en los sucesos decisorios de 1945(ver El´45, de Félix Luna, 1971, y los aspectos políticos de su vida en Eva Perón. Una biografía política, Loris Zanatta, 2011) Por entonces trabajaba en tres programas radiales diarios: Hacia un futuro mejor (10:30), donde difundía las conquistas sociales y laborales que conseguía la Secretaría de Trabajo, el radioteatro Tempestad (18:00) y Reina de reyes (20:30). También actuó en dos películas, "La cabalgata del circo", con Hugo del Carril y Libertad Lamarque y "La pródiga" que no llegó a estrenarse en su época.

El 17 de Octubre

“Hoy he escrito a Farrel pidiéndole que me acelere el retiro, en cuanto salga, nos casamos y nos vamos a cualquier parte a vivir tranquilos…”escribe el preso Perón en Martín García a su compañera. Mientras tanto Eva, refugiada en la casa de la actriz Pierina Dealessi, mantenía conversaciones con amigos y sindicalistas procurando su libertad. Luego de ser agredida por estudiantes de derecho decide trasladarse a San Nicolás, a la casa del Dr.Subiza. En Buenos Aires, hay paros parciales y manifestaciones. La CGT convoca a un paro nacional para el 18 de Octubre.

Tanto Marisa Navarro, como Félix Luna o Cipriano Reyes, coinciden en señalar que Eva no tuvo un papel preponderante ese día. Siguiendo a los historiadores locales Daniel Vargas y Roberto C. Di Marco (Evita. Casamiento en Junín, 1995)viajó a nuestra ciudad desde San Nicolás esa mañana, que despertó con cese de actividades en los talleres ferroviarios y actividad normal en el comercio.

Vargas y Di Marco dicen que su estadía se mantuvo en reserva y la documentan con un poder que Eva les otorga a Subiza y Álvarez Rodriguez en la escribanía de Ordiales. (Ver facsímil en pp.38-39)De esta manera suscriben a la hipótesis del escaso protagonismo de Eva Duarte el 17 de Octubre y desmienten versiones heroicas y legendarias. Enterada de que Perón se encontraba en el Hospital Militar, Eva decide regresar a la capital, acompañada por Subiza y su hermano Juan. Se contactan por teléfono al atardecer en la Casa de Gobierno y acuerdan encontrarse más tarde en el departamento de la calle Posadas. Luego del discurso a la multitud, ya en la madrugada del 18, Perón y Eva se reencuentran. El Coronel cumple su palabra y el 19 solicita autorización para contraer matrimonio (Facsímil en pág. 19)

El casamiento en Junín

Perón y su amigo Mercante viajaron a Junín, mientras que Eva lo había hecho por su cuenta horas antes. Fue una ceremonia íntima y sencilla y según nuestros autores el acto no se realizó en la sede de la sección Primera, Quintana y Arias, sino en la casa de Doña Juana, Arias 171, cruzando la calle. Perón tenía 50 años, de Profesión Militar, soltero (SIC) y María Eva Duarte, 23, de profesión artista, soltera, hija de Juan Duarte (Estamos en presencia de un nuevo nacimiento de Eva pues todo indicaría que se adulteró su partida de nacimiento a modo de legitimación, toma el apellido del padre-aunque se desconoce si hubo tal reconocimiento- y lo data en 1922, Pág.72); fueron testigos el Tte. Cnel. Alfredo Domingo Mercante (47) y Juan Duarte (31) Ver Acta Nº 182, 22 de Octubre de 1945, Registro Provincial de las Personas, Libro de Matrimonios, Primera Sección, Año 1945(Vargas-Di Marco, Op.cit.que reproducimos en esta nota)

Los flamantes esposos se retiran a la quinta de San Vicente. El 29 de Noviembre aseguran algunos autores, entre ellos Vargas-Di Marco(aunque se confirma que fue el 10 de diciembre según acta parroquial), se realiza la ceremonia religiosa en la Iglesia de San Francisco de Asís de La Plata (12 y 67); fueron padrinos Juana Ibarguren y Mercante. El festejo se realizó en la clásica confitería París, de 7 y 49.

Muy pronto comenzaría la campaña electoral que llevaría a Perón a la presidencia en 1946 y María Eva Duarte pasará a ser simplemente Evita.

domingo, 10 de julio de 2011

Política/Sobre una revolución inconclusa: del peronismo clásico al Kirchnerismo de hoy

07 julio 2011

Sobre una revolución inconclusa: del peronismo clásico al Kirchenerismo de hoy

Por Rubén A. Liggera
(
para La Tecl@ Eñe)



“Venceremos en un año o venceremos en diez, pero venceremos”
Cnel. Juan Domingo Perón, 10 de Octubre de 1945

“Formo parte de una generación diezmada, castigada con dolorosas ausencias; me sumé a las luchas políticas creyendo en valores y convicciones a las que no pienso dejar en la puerta de entrada de la Casa Rosada”
Pte. Néstor C. Kirchner, 25 de Mayo de 2003




Ilustración: Schiefelbein Ignacio

Existen varias “periodizaciones “del peronismo. Ricardo Sidicaro (2005) desarrolla tres peronismos y Alejandro Horowicz (1983), describe cuatro etapas en la historia peronista. Desde el punto de vista de la comprensión y pedagogía de los movimientos sociales resultan muy útiles. Lo cierto es que podemos tomar algunos momentos significativos del peronismo desde su creación a los inquietantes días que nos tocan vivir, para la narración de los últimos setenta años de nuestra historia y además, si fuera posible, realizar alguna prospección hacia el futuro.
El peronismo “clásico” (1945-1955) es considerado el hecho histórico más transformador y trascendente del siglo pasado.
A grandes rasgos significó desde el punto de vista político la participación activa de las clases populares en los ámbitos de decisión estatal; en lo social, la dignificación de los trabajadores y de la mujer y en lo económico consumo interno y desarrollo industrial por sustitución de importaciones. La cultura popular alcanzó su máximo esplendor en el modelo nacional de bienestar.
Fue una década valiosa en todo sentido. Tanto es así, que aún hoy, a pesar de los variados intentos de negación, olvido y destrucción, -con el decreto 4161 incluido- la doctrina permanece en la memoria popular dando muestras de vitalidad y en permanente transformación.
Pero esa revolución original y pacífica, previsiblemente, generó enconos, malestar, rechazo y violencia en los detentadores del poder tradicional en Argentina. La autodenominada “Revolución Libertadora” puede considerarse una contrarrevolución en todo sentido, llena de odio y revancha. Interrumpió un proceso de liberación popular y generó una represión violentísima del Estado contra los leales a Perón, que como sabemos, será la simiente de los años amargos que vendrán más adelante.
Con avances y retrocesos, contradicciones, defecciones, actos heroicos y traiciones varias, el “kirchnerismo” o peronismo kirchnerista o peronismo “ampliado” de corte transversal, si acaso fuera viable, nos ofrece aún hoy la posibilidad de completar el largo período histórico que nació en 1945.
Sobre la resistencia de “tiza y carbón” después del ´55 se construyó un relato épico del amplio rechazo del pueblo peronista a los vejámenes, persecuciones y crímenes de los “libertadores”(o también considerados con justicia “fusiladores”). Con el líder en el exilio y Evita sepultada en algún lugar ignoto se forjó una identidad de lucha y solidaridad, especialmente desde la clase obrera y jóvenes que habían gozado de las bondades del régimen.
El “pacto” del ´58 quizás pudo haber sido una nueva etapa para el peronismo; superadora de antinomias y continuadora del proceso industrialista del primer peronismo fue incomprendido por muchos dirigentes-incluso Perón-y finalmente, constituyó una nueva frustración para las aspiraciones de paz y trabajo para las masas populares. Un nuevo golpe liberal (o “gorila”) en 1962 no hizo más que retrotraernos a una añorada cultura litoral portuaria y colonizada. Para decirlo literalmente: “dependiente” y esto concebido en todos los aspectos, desde lo económico a lo ideológico. Bastaría releer la siempre vigente obra de Arturo Jauretche para entender de qué hablamos cuando decimos “colonización pedagógica”, “medio pelo” y demás “zonceras “criollas.
¿Era posible pensar un peronismo sin Perón? Una corriente “neoperonista” hacia los ´60 fue una tentación para algunos sindicalistas y ex funcionarios (el “Lobo” Vandor, Bramuglia, los Sapag). Aunque Perón tenía su poder intacto y le costó poco recobrar un liderazgo puesto en duda.
Las denominadas”formaciones especiales” –FAR, FAP, Montoneros-integrada en su mayoría por jóvenes universitarios de clase media jaquearon a los militares usurpadores del poder (“Revolución Argentina”, 1966-1973); el “Cordobazo” y otros levantamientos populares demostraron que la alianza entre trabajadores y estudiantes era posible.
“Cámpora al Gobierno, Perón al poder” fue mucho más que un eslogan de campaña. Ante la proscripción del líder, fue la fórmula que expresó en las urnas la recuperación del poder popular. La “primavera camporista” fue un sueño fugaz. Luego de los disturbios de Ezeiza el 20 de junio de 1973, Cámpora debió renunciar y convocar a nuevas elecciones. Perón, ya viejo y enfermo es acompañado por su mujer, Isabel Martínez. Pero el General ya no era el mismo-o no podía lo mismo-e Isabel no era Evita. Perón no sería socialista una vez llegado a la tercera presidencia. La “juventud maravillosa” se atrevió a cuestionar el poder del Jefe, pero también, equivocó la táctica y la estrategia. Además de enfrentarlo abiertamente se decidió por la lógica militarista. Y el anciano general, iracundo, los expulsa del movimiento y consiente que se los reprima ilegalmente al haber optado por el modelo “justicialista” (ni yanquis ni marxistas); aunque la derecha haya tenido vía libre para sus gravísimas tropelías. El accionar paraestatal de la AAA fue un”ensayo general para la muerte”, como diría el cantautor catalán. El asesinato político, el terror, el exilio, la desaparición forzada de personas se multiplicarán luego con el terrorismo de estado ejercido por las juntas militares entre el ´76 y el ´83. Otra vez el peronismo fue sujeto de represión y violencia extrema. Pero luego de un nuevo fracaso cívico-militar, en 1983 el peronismo no pudo recuperar el gobierno. Sin embargo, la experiencia alfonsinista con sus políticas antipopulares (Plan Austral, Plan Primavera, Ley Mucci, etc.), dejó el camino expedito para que nuevamente el peronismo se impusiera en las urnas. Con una novedad, Carlos Menem, abandonó sus promesas de “salariazo y revolución productiva” y abrazó los postulados neoliberales del “Consenso de Washington”.
La década menemista significó un retroceso fenomenal en lo económico, social y cultural. No se conoce nada igual. Para muchos de nosotros era impensable que se destruyera el aparato productivo, se excluyera a millones de personas y se las condenara al hambre y a la humillación de la desocupación; la deuda externa continuó siendo una bola de nieve; la banalidad de la cultura y la farandulización de la política fueron la máxima demostración de nuestra desintegración social. Ya nada sería igual. Cabe preguntarse a los propósitos de esta nota: ¿Puede considerarse al menemismo como una expresión del peronismo? Sin dudas que no, pero en lo formal conservó el aparato partidario y aunque resulte increíble, se adaptó a los nuevos tiempos de la globalización y se embanderó con las ideas de sus enemigos de antaño. Argentina era una fiesta. Pero quienes se consideraban peronistas de Perón y Evita, depositarios de la fe, la mística y el credo, buscaron otros rumbos. El Polo Social, el MTA, el CTA, movimientos sociales de desocupados, etc. Otra vez el peronismo dividido y en colisión.
Vedada la posibilidad de Menem de presentarse para un nuevo período, el poder se las ingenió para mantenerse en el trono. Sin embargo le duraría poco. Con los mismos principios económicos, la experiencia de la Alianza tocó fondo. La ineptitud de De la Rúa y la obstinación de Cavallo hicieron estallar de ira a las masas populares. Y la respuesta fue la represión. Más de treinta muertos fue el saldo de la impotencia del gobierno.”¡Que se vayan todos!” es la consigna de la anti política, amplificada por los grandes medios.
Y a remarla otra vez. Luego del breve período duhaldista llegamos a las elecciones del 2003. Un ignoto candidato venido del sur con apenas el 22 % de los votos y ante la defección de su rival, accede al poder. Y pronto mostrará sus cartas.
Todos conocen cómo el Presidente Kirchner pudo realizar algunas transformaciones importantes en lo económico y social que fueron continuadas por su esposa, Cristina Fernández. También cómo luego de la asonada agraria de 2008 polarizaron el espectro político poniendo todo blanco sobre negro. Cómo fueron construyendo poder con sobrevivientes “setentistas”, girones del PJ, movimientos sociales, organizaciones de derechos humanos y parcialidades de otros partidos políticos (Humanistas, socialistas, los llamados “radicales K”) Y a medida de fueron avanzando en sus reformas, fueron logrando adhesiones de gran parte de la ciudadanía considerada a sí misma como “independiente”. Esa necesaria alianza estratégica -como en la etapa fundacional- es con el movimiento obrero organizado, cada vez más poderoso debido a la reindustrialización del país. Sobre un molde neodesarrollista, nacional y popular, se retoman las banderas del ´45: independencia económica, soberanía política y justicia social. Y en el nuevo siglo, con respeto irrestricto por los derechos humanos y las libertades individuales.
Luego del intento transversal, Kirchner vuelve sobre el “aparato” duhaldista, controlado por su antiguo mentor. El peligro era convertirse en otro Duhalde- le dice José pablo Feinmann al presidente, y éste le contesta:”…pero si no le saco el aparato, él me va a sacar a patadas en el culo de todas partes. Hasta de la presidencia.”(El Flaco. Conversaciones irreverentes con Néstor Kirchner, 2011, pág.12) La cuestión era lograr y conservar poder, de lo contrario, convalidaría la teoría del “chirolismo”kirchnerista.
Hoy el peronismo se encuentra inmerso en un nuevo debate interno entre una derecha conservadora y el peronismo kirchenerista y sus aliados. Un populismo progresista afín a la tradición movimientista, multisectorial y policlasista bajo el liderazgo inicial de Néstor Kirchner y ahora continuado por su esposa, la Presidente Cristina Fernández, ya en busca de su reelección.
Disputa apasionante, por cierto. Pacífica, por suerte. Pero quien logre imponerse ideológicamente avanzará o retrocederá el proceso histórico. Así de simple. O un futuro con enormes posibilidades de cambio o la restauración conservadora.
Igual que hace más de medio siglo. La opción es nuestra: retardar o consumar una revolución inconclusa.
No importa cuánto tiempo emplearemos, pero, cuanto menos, mucho mejor.

sábado, 30 de abril de 2011

EL FEO EL SUCIO EL MALO


EL FEO EL SUCIO EL MALO

El poder, la política y los medios

Especial para La Tecla Eñe

Por Rubén Américo Liggera*



“Hoy, un país pertenece a quien controla los medios de comunicación”

Umberto Eco, 1987


¿Quién no recuerda con regocijo la genial película de 1976, Brutti, sporchi e cattivi, con guión y dirección de Ettore Scola? Quizá la obra cumbre de un “neorrealismo italiano” ya próximo a su declinación por estar entrándose en otro contexto histórico y social que lo privaba de su sentido original en aquella Italia de posguerra.

Lo cierto es que hemos recurrido en varias oportunidades al film para ocuparnos, mucho después, de nuestra disparatada y tragicómica propia realidad de lejano país sudamericano.

Feos, sucios y malos son para el poder concentrado y hegemónico todos aquellos que han osado alguna vez cuestionarlo. Y mucho peor, si tuvieran la valentía de disputarlo.

Y la respuesta no se hizo esperar. Contra ellos desarrajaron todas las municiones de alto calibre disponibles. Mediante operaciones mediáticas y campañas sucias trataron de desprestigiarlos, enlodarlos, sepultarlos socialmente. Y en gran medida lo lograron. Más adelante veremos por qué han fracasado.

Nada mejor que la prensa canalla y sus febriles escribas para instalar una agenda política contraria a los intereses populares y favorable a la conservación del poder. Porque de eso se trata. De intereses políticos y económicos amenazados seriamente por un gobierno de signo nacional y popular.

Auque ya no resulte una novedad, volvemos a preguntarlos: ¿a qué le teme el poder tradicional y sus adláteres en Argentina? Y nos volvemos a responder como en notas anteriores: a perder sus cuantiosos privilegios de años, concedidos por la violencia de la espada, la corruptela institucional o la gracia divina. Lo cierto es que temen-y con fundamento-que de continuar por el camino que abrió tozudamente el ex Presidente Néstor Kirchner y su esposa, la actual presidente de la Nación, habrá más y mejor democracia, con más medidas que sigan beneficiando a las mayorías, a los industriales nacionales, a los pequeños y medianos productores, a los trabajadores.

Reindustrialización, energía barata y diversificada, más empleo registrado, menos desocupados, condena al “trabajo esclavo” y trata de personas en todas sus formas, mayor distribución de la riqueza, participación de los trabajadores en las ganancias, ampliación de la Asignación Universal por Hijo, otra Ley de Entidades Financieras, Ley Penal Tributaria para controlar la evasión, nuevo Estatuto del peón, recreación de una Junta Nacional de Granos, más inversión en salud y educación, seguridad con responsabilidad, etc., etc., etc., son, entre otras, cuestiones aún pendientes.

Por lo tanto, quienes de alguna manera trabajaron o trabajan para cambiar las relaciones de poder en nuestro país serán convertidos en personas repelentes, nefastas, inescrupulosas. Ejemplares paradigmáticos de la fealdad, la mugre y la maldad terrenales.

¿Y quiénes son el feo, el sucio y el malo más demonizados de los últimos tiempos? Apunten, listos,..¡fuego!

Comencemos por el feo: Néstor Carlos Kirchner, un plebeyo loco pero simpático, desacartonado y entrador, que de pronto, cuando vieron qué onda, se convirtió en un adefesio insoportable. ¿Por qué? Porque se jugó por sus convicciones: por la memoria y la justicia, por los derechos de los trabajadores, por paritarias libres, por el crecimiento económico, por la protección industrial, por la inclusión social, por la estatización de las AFJP, por la extensión de los derechos previsionales, por aumentos a los jubilados, por el financiamiento educativo de más del 6% del PBI, por la educación técnica, por el desendeudamiento externo, por la integración latinoamericana, por sepultura definitiva del ALCA, por rechazar las políticas del FMI que aconsejaban ajuste perpetuo y creciente endeudamiento. En fin, porque cambió radicalmente el paradigma neoliberal de los noventa. Demasiado mucho en tan poco tiempo para la patria sojera, los intereses portuarios y la voracidad financiera.

Y aunque Cristina no es para nada fea-tal vez por eso mismo- hicieron lo imposible para que lo pareciera. Por suerte no lo consiguieron. Aunque el patriciado vacuno haya contado con la traición imperdonable del hoy devaluado vicepresidente, el inefable Cleto Cobos, por esos días casi un héroe nacional para Clarín, La Nación y

Perfil.

Luego de su imprevisto fallecimiento el pueblo lo lloró intensamente, con dolor verdadero. De pronto los jóvenes se manifestaron y volvieron a creer en la política como la única herramienta para lograr una revolución pacífica. La oposición quedó descolocada, sin brújula ni destino. El embuste quedó al descubierto. El costo fue altísimo pero ya no les resultaría tan cómodo imponer un único relato. El flaco, el bizcocho, el pingüino, escribió con su propia muerte la otra historia: la titánica epopeya de las clases populares luchando de manera desigual contra la indignidad y la injusticia impuesta a sangre y fuego por los poderosos.

¿Y el sucio? ¡Ah, el más sucio de todos encima es negro! Y además, detenta buena porción de poder, el que le delegaron los trabajadores. Por eso mismo, hoy por hoy, Hugo Moyano es el blanco móvil preferido de los oligopolios mediáticos.

“Los trabajadores queremos llegar al poder. Y eso es lo que a muchos les molesta”, dijo desafiante. ¿Y cuál es el problema? ¿Por qué razón los trabajadores no pueden participar en los ámbitos decisorios de la política nacional? En la superficie, prejuicios racistas que dan por tierra con derechos consagrados por nuestra Constitución. En el fondo, la detentación del poder y sus consecuencias.

Al contrario, hoy resulta casi necesario para garantizar la continuidad de un modelo exitoso que beneficia a los trabajadores. Lula –tan elogiado por nuestros periodistas e intelectuales- es el mejor ejemplo de que un obrero metalúrgico pudo gobernar al país más grande y poblado de América Latina.

¿O acaso después de la rebelión vacuna las entidades patronales no insertaron en las listas de legisladores de distintos partidos a los llamados “agrodiputados”? Un objetivo que aún no han abandonado, según lo manifiestan en todas las tribunas y cámaras que se les ofrezcan. Que hayan obtenido algunos resultados importantes en la coyuntura de 2009 es un dato de la realidad y que hayan sido luego inoperantes en el Congreso por sus propias carencias es otra historia.

De Moyano se festeja verter ríos de tinta para degradarlo, o larguísimos minutos radiales y televisivos para aterrorizar a una timorata clase media con el cuco. Pero recordemos que en pleno apogeo neoliberal fue el líder de un centenar de sindicatos nucleados en el MTA (Movimiento de Trabajadores Argentinos) que se opusieron a la conducción oficial de la CGT y por ende, a las políticas devastadoras del menemismo. Deberíamos estarle agradecidos.

Su poder inquieta, fastidia, pero es genuino, lo ganó en la calle, a la cabeza de sus compañeros. De más está que aclaremos que no todos los sindicalistas son iguales pero están dónde están por el voto de sus afiliados.

¿No llama la atención que diariamente reciba ataques y diatribas con tanta mala leche? ¿Por qué darían más de lo que el negro valdría? Mmmmmm…

¿Adivinen, por último, quién es el más malo de entre los malos? ¡Si! Señoras y señores: Guillermo Moreno, nuestro Secretario de Comercio Interior, “apretador oficial de los K”, según Perfil. "Un personaje siniestro”, dice la señora de la mañana.

¿Por qué será? Tal vez por su obstinada fiscalización en Papel Prensa como representante del Estado, por las licencias no automáticas a la importación de productos que nosotros fabricamos, por tratar de controlar precios, por desenmascarar a los “analistas privados” que meten miedo con los índices mensuales del IPC (Índice de Precios al Consumidor), por tratar de limitar la voracidad empresaria.

Tal vez no parezca un señor de buenos modales, pero la cosa no pasa por ahí. Que haya recurrido a calzar guantes de box y casco amarillo no fue más que una puesta en escena para simbolizar cómo debemos prepararnos para combatir al holding que produce el papel para diarios que se le antoja y lo vende como quiere y a quién le parece. ¡Viva la libertad de prensa!

Además de gracioso y llamativo, lo más razonable es pensar que algunas decisiones de Moreno meten el dedo donde no se debe, ¿y a quién le gusta visitar al proctólogo?

Hay otros ejemplares no tan feos, no tan mugrientos y no tan maléficos que también la ligan. De vez en cuando, pero los surten de lo lindo. Propongo a los amigos y lectores que elaboremos un ranking de contusos y lesionados del mes. Sería divertido.

Sin embargo, acordemos que el sumun de la fealdad, la suciedad y la maldad son los mencionados Néstor Kirchner, el Hugo y Guillermo Moreno o Moreno a secas.

Por suerte, luego de discutida y aprobada la Ley de Medios Audiovisuales, si bien la disputa es más encarnizada, más despiadada, más sangrienta, ahora es evidente; por suerte han surgido nuevas miradas, multiplicidad de voces y cantidad de medios para informar con la verdad, para opinar con argumentos sólidos y cierta coherencia.

Todos pueden pensar cómo quieran sin censura previa según sus propias ideologías, honremos la democracia, pero lo que resulta inadmisible hoy para la profesión periodística es la mentira, la manipulación, el ocultamiento y el odio militante disfrazado de un imposible “periodismo independiente”.

Comenzamos y terminamos con Eco: "La idea de que un día habrá que pedir a los estudiosos y educadores que abandonen los estudios de televisión o las redacciones de los periódicos para librar una guerrilla puerta a puerta, como probos de la recepción crítica puede asustar y parecer pura utopía. Pero si la Era de las Comunicaciones avanza en la dirección que hoy nos parece más probable [N de la R: atención que estamos a finales de los ochenta]

, ésta será la única salvación para los hombres libres. Hay que estudiar cuales pueden ser las formas de esta guerrilla cultural.

Probablemente, en la interrelación de los diversos medios de comunicación, podrá emplearse un medio para comunicar una serie de juicios sobre otro medio. Esto es lo que en cierta medida hace, por ejemplo, un periódico cuando critica una transmisión de televisión. Pero, ¿quién nos asegura que el artículo del periódico será leído del modo que deseamos? ¿Nos veremos obligados a recurrir a otro medio para enseñar a leer el periódico de manera consciente?”

Cada cual a su trinchera y ¡aguante 678!