lunes, 8 de junio de 2009

¡AGUANTE EL OESTER!




Exultante, entusiasmado ante tantos amigos y compañeros, y sobre todo, tantos jóvenes presentes en el Centro Cultural Héctor Oesterheld de la Plata el viernes 5 de Junio, el Ligge comenzó
su audición de poemas de esta manera:
"¿Para qué escribe uno sino para juntar sus propios pedazos?, dijo Eduardo Galeano. Por eso he venido esta noche aquí a La Plata a juntar mis propios pedazos, trozos de una vida dispersos en los laberintos del tiempo, o lo que llamamos “tiempo”, según nuestra percepción, nuestro sentimiento o nuestra razón.
La memoria es un verdadero rompecabezas; se arma con paciencia, a veces con júbilo y otras con dolor; muchas veces desde los sueños o pesadillas, también súbitamente desde los olores, la distancia o la melancolía.
Se ha dicho que mi poesía es elegíaca. Puede ser. Pero es elegíaca tal vez porque pertenezco a una generación, podríamos llamarla provisoriamente de los ´70, que creyó que podía cambiar el mundo, que creyó por eso mismo en una poesía urgente, al servicio de, mal llamada comprometida. En fin, una generación diezmada. Una generación perdida o desaparecida, mejor dicho. Muchos emigraron, algunos regresaron, otros murieron en plena juventud y no sabemos cómo estarían escribiendo hoy.
Los que tuvimos que reponernos de las heridas de la humillación y la tortura, como en mi caso, hicimos lo que pudimos. Publicamos en diarios y revistas, creamos nuestro propio medio literario, editamos nuestros libros, mostramos en el aula a los jóvenes el valor de la palabra en la poesía. En absoluta soledad, sin medios ni promotores.
Los años han pasado y a lo mejor no logramos todo lo que nos habíamos propuesto. Pero nos queda la tranquilidad de conciencia por haber hecho lo necesario para vivir con dignidad, renaciendo una y otra vez como un ave Fénix.
Todos tenemos nuestra ideología, que es la forma de ver y comprender el mundo. Los que dicen no tenerla están mintiendo o están ocultando su verdadero pensamiento.
¿Con qué se compromete un poeta, un artista, un creador? Con su tiempo y con la vida. Así de simple.
He divulgado recientemente la convocatoria Poesía Ciudadana, inspirado en la “poesía de la experiencia”, propuesto por Luis García Montero. Dice el poeta español:“La poesía no vende bien. Es un género que exige mucho y no están los tiempos para eso. Pero también hay responsabilidad de los propios poetas, que nos hemos dedicado a escribir para el oficio y para otros poetas. Después de muchos años instalados en la ruptura, la poesía debe estar en contacto con la realidad y la vida”
Por eso estamos aquí esta noche. Para tener un contacto personal con ustedes, sin intermediarios, ni aún el libro, boca a boca, como en los tiempos sagrados de la palabra.
A nosotros nos desviven dos o tres temas fundamentales: el amor, la vida, la muerte, no muchos más. También la memoria. Y muy especialmente para mí, por haber vivido en un determinado contexto histórico, haber sido joven en los ´70, haber vivido aquí un año intensísimo, haber sido sobreviviente del horror y la miseria humanas.
Por eso, acepté gustoso esta invitación. Entonces trataré de acudir a la memoria, ese lugar sin paz, al decir del poeta Rafael Vázquez, cuando recordó a su amigo Roberto Santoro en la pasada Feria del Libro. Y evocar en todo caso, será una manera de reconstruir una historia personal y social que nos es común, que nos pertenece, que tiene lazos profundos y arraigados.
Yo no creo que todo tiempo pasado haya sido mejor porque tal vez lo mejor esté por venir. Y en eso nos jugamos la palabra, aquí y ahora, desde la memoria hacia el futuro….",
o sea, digo yo, que toda persona que lee y disfruta de la palabra poética tiene otra percepción de la realidad y ya no será el mismo.¿No será acaso esa la verdadera revolución, cuando todos, todos, sin exclusión puedan elegir entre la poesía y la estupidez? Entonces, creo, ya no habrá más pobres, ni materiales ni espirituales. Trabajo y educación asegurarán el futuro; la poesía, le dará el vuelo necesario para ser más humano.

2 comentarios:

  1. "Yo escribo para quienes no pueden leerme. Los de abajo, los que esperan desde hace siglos en la cola de la historia, no saben leer o no tienen con qué.
    Cuando me viene el desánimo, me hace bien recordar una lección de dignidad del arte que recibí hace años, en un teatro de Asís, en Italia. Habíamos ido con Helena a ver un espectáculo de pantomima, y no había nadie. Ella y yo éramos los únicos espectadores. Cuando se apagó la luz, se nos sumaron el acomodador y la boletera. Y, sin embargo, los actores, más numerosos que el público, trabajaron aquella noche como si estuvieran viviendo la gloria de un estreno a sala repleta. Hicieron su tarea entregándose enteros, con todo, con alma y vida; y fue una maravilla.
    Nuestros aplausos retumbaron en la soledad de la sala. Nosotros aplaudimos hasta despellejarnos las manos".

    Eduardo Galeano -"La dignidad del arte", en El libro de los Abrazos.-

    Y ése viernes, en La Plata, fue arte.
    Felicitaciones Ligge!

    Abrazo de gol.-

    A.

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  2. Espectacular...
    De pelicula. Felicitaciones

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